Bueno me encantarÃa contarles que el traspaso de hospital cambio mi vida, y de repente los médicos eran amables y las enfermeras eficientes y simpáticas, pero no.
Lo único que gane fue un increÃble grupo de amigos que fueron los residentes y me ahorre muchas horas de viaje en micro, el resto era básicamente lo mismo.
A ver empecé super ilusionada, por fin estaba trabajando en ese hospital imponente del centro de Tel Aviv, el cual habÃa visto pro primera en el 2011 cuando llegue a Israel, y me habÃa parecido el edificio más increÃble del mundo y me habÃa dicho a mà misma que algún dÃa trabajarÃa allÃ.
El dÃa llego, y como siempre uno tiende a idealizar lo que se ve bonito, grande y brillante, pero con el tiempo va descubriendo las sombras y las falencias que el brillo cegador iba tapando.
Me acuerdo como siempre de la mirada de desconfianza de las enfermeras en mi primer dÃa y de cómo pensaban; “Y esta quién es?”.
Dos de las que hoy en dÃa considero como grandes amigas estaban como residentes a cargo del piso de oncologÃa cuando yo comencé, ellas me orientaron un poco y me explicaron cómo se hacian las cosas allÃ, debo reconocer que estas chicas; Anat y Meirav eran excepcionales, super inteligentes y hacÃan que todo parezca fácil y sencillo, muchas veces cuando me encuentro en alguna situación de mi vida complicada en lo laboral pienso para mis adentro “como lo resolverÃan esto Anat y Meirav?”.
Aunque parezca obvio cada hospital tiene su propio sistema, y casa servicio se maneja a su manera, como un conjunto de reglas no escritas, que son fundamentales para el pobre residente aprender si quiere caerles bien a las enfermeras y sobrevivir los próximos 3-4 años de su existencia.
En mi caso trate de absorber lo más posible, pero parece no haber sido lo suficiente y mi primer guardia fue horrible. No por lo pacientes, la verdad que la mayorÃa eran ingresos programados para recibir quimioterapia sino por las interrupciones constante y llamadas de las enfermeras para poner ordenes inútiles y sin sentido en el sistema.
Cuestión que según cuenta la leyenda, un tiempo antes de mi llegada reinada una jefa de enfermeras bastante guacha, que tenÃa obsesión por tener por escrito en el sistema órdenes que perfectamente el medico podÃa darlas verbalmente o que ni siquiera era necesaria la autorización de él, como por ejemplo; el paciente puede tomar agua, el paciente puede irse de alta (una vez que ya le di la carta del alta a la enfermera), el paciente puede respirar????
Entiendo que frente a ciertos procedimientos la enfermera tiene que consultarnos, pero esto ya era un absurdo y un ridÃculo que tecnicismo, que habÃa llevado a este servicio a perder el sentido común. Al parecer esta jefa de enfermeras atormentaba a sus pares al dÃa siguiente si alguna de las ordenes no era registrada en el sistema médico, lo cual dio como resultado a un servicio más preocupado por lo escrito que por realmente ayudar al paciente.
En medicina muchas veces de trata de actuar primero y registrar después, sobre todo en caso de emergencias, dolor, sangrados, vómitos, etc.
Es suficiente con que el medico de una orden verbal para que la acción se lleve a cabo y se pueda ayudar al paciente lo antes posible, una vez que la situación está controlada y el paciente estable, el medico se sienta a escribir y registra todos los procedimientos, lamentablemente en esta nueva era tecnológica, nos olvidamos un poco de cuáles son las verdaderas prioridades y eso fue lo que paso con el servicio de oncologÃa de este hospital.
Ingenua de mà que pensé que una guardia enojándome con algunas enfermeras y tratando de explicarle este principio básico yo iba a lograr algo, en realidad lo que logre fue que la jefa de enfermeras me amenace a la mañana siguiente con ir al gremio y poner una queja formal sobre mi persona por no obedecer las reglas estúpidas impuestas en ese servicio.
Al final entendà que estaba en el mundo del revés, y que mi palabra y sentido común, no tenÃan ningún valor allÃ, y lo mejor para seguir los años que me quedaban de residencia era callarme, agachar la cabeza y jugar según sus normas.
Ese fue mi comienzo, la mayorÃa de los residentes (mis aliados) estaban de mi lado, pero también me dijeron que mejor no me meta con ‘Ellas”, las enfermeras cual mafia, porque no tenÃa ninguna posibilidad de ganar.
Al final de mi residencia me habÃa convertido en un soldadito más y aunque fuese totalmente innecesario, aprendà a adelantarme a sus necesidades como un mecanismo de sobreadaptación, y escribir por adelantado todo lo que pudieran necesitar para asà poder tener noches de sueño ininterrumpidas en mis guardias.
TodavÃa no se si actúe de la mejor manera, pero a veces uno tiene que elegir sus batallas en la guerra y entendà rápidamente que esta era una que iba perder inevitablemente.
Un saludo
Leti
Well, I would love to tell you that the transfer of hospital changed my life, and suddenly the doctors were kind and the nurses efficient and friendly, but no.
The only thing I gained was an amazing group of friends who were the residents and saved me many hours of bus travel, the rest was basically the same.
Let's see I started super excited, I was finally working in that imposing hospital in the center of Tel Aviv, which I had seen for the first time in 2011 when I arrived in Israel, and it had seemed to me the most incredible building in the world and I had told myself myself that one day I would work there.
The day arrived, and as always one tends to idealize what looks beautiful, big and bright, but over time you discover the shadows and shortcomings that the blinding brightness was covering.
I remember as always the suspicious look of the nurses on my first day and how they thought; "And who is she?".
Two of the ones that I consider today as great friends were residents in charge of the oncology floor when I started, they guided me a little and explained how things were done there, I must admit that these girls; Anat and Meirav were exceptional, super intelligent and made everything seem easy and simple, many times when I find myself in a complicated situation in my life at work I think to myself “how would Anat and Meirav solve this?”.
Although it seems obvious, each hospital has its own system, and each service is managed in its own way, as a set of unwritten rules, which are essential for the poor resident to learn if he wants the nurses to like him and survive the next 3-4 years. of its existence.
In my case I tried to absorb as much as possible, but it seems not to have been enough and my first oncall was horrible. Not because of the patients, the truth is that most of them were scheduled admissions to receive chemotherapy, but because of the constant interruptions and calls from the nurses to place useless and meaningless orders in the system.
An issue that according to legend, some time before my arrival reigned a rather heartless head nurse, who was obsessed with having written orders in the system that the doctor could perfectly give them verbally or that his authorization was not even necessary, for example; the patient can drink water, the patient can be discharged (once I have already given the discharge letter to the nurse), the patient can breathe????
I understand that in certain procedures the nurse has to consult us, but this was already an absurd and ridiculous technicality, which had led this service to lose common sense. Apparently this head nurse tormented her peers the next day if any of the orders was not registered in the medical system, which resulted in a service more concerned with what was written than with really helping the patient.
In medicine, many times it is about acting first and registering later, especially in case of emergencies, pain, bleeding, vomiting, etc.
It is enough for the doctor to give a verbal order so that the action is carried out and the patient can be helped as soon as possible, once the situation is controlled and the patient is stable, the doctor sits down to write and records all the procedures, unfortunately in this new technological era, we forget a little about what the real priorities are and that is what happened with the oncology service of this hospital.
Naive of me that I thought that in a shift getting angry with some nurses and trying to explain this basic principle to them I was going to achieve something, in reality what I achieved was that the head nurse threatened me the next morning with going to the union and putting a formal complaint about me for not obeying the stupid rules imposed on that service.
In the end I understood that I was in the twilight zone and that my word and common sense had no value there, and the best way to continue the years that I had left in residence was to shut up, keep my head down and play according to their rules.
That was my start, most of the residents (my allies) were on my side, but they also told me that I better not mess with 'They', the mafia-like nurses, because I had no chance of winning.
By the end of my residency I had become just another little soldier and even though it was totally unnecessary, I learned to anticipate their needs as an over-adaptation mechanism, and write down everything they might need in advance so I could have uninterrupted nights of sleep on my shifts. .
I still don't know if I act in the best way, but sometimes you have to choose your battles in war and I quickly understood that this was one that I was going to lose inevitably.
All the best
Leti