Los tenebrosos exámenes de residencia segunda parte; El temido Nivel A (shalv alef) toma 2 y mi anécdota con Coldplay\The scary residency exams part two; The dreaded Level A (shalv alef) and my story with Coldplay
El post de esta semana va dedicado con todo mi corazón a mi gran amiga Leonora, que la semana aprobó el examen final de la residencia, después de haber pasado un camino tortuoso como el mío, lleno de dementores que le decían que ella no iba a poder. Y pudimos. Y seguiremos pudiendo. Te quiero Leonora!
Bueno después de aquel golpe de revés que me dio el bendito examen, la verdad que no me preocupes mucho, me lo tomé como dice la frase “Que le hace una mancha más al tigre”, en realidad me sorprendió para bien el consuelo que recibí de mis amigos y familia, algo a lo cual no estaba acostumbrada debido a que yo era siempre la que aprobaba todos los exámenes en el primer intento.
Para mi sorpresa me sentí aliviada que, pese a no haber aprobado, la gente me seguía queriendo, el mundo seguía girando, las guardias seguían ocurriendo y los jefes me seguían despreciando, era todo igual.
Así que decidí agarrarme del confort de mis seres queridos y juntar fuerza para presentarme al mismo el examen el año próximo.
Una de las cosas que si hice y me acuerdo de que siempre me ayudó mucho a calmar mi frustración es viajar, siempre que podía y a donde sea me iba a algún lado. Los siguientes meses después de ese examen me la pasé viajando muchísimo y uno de esos viajes me fui a Milán a ver a Coldplay.
A ver gente, no nos olvidemos que mi trabajo me da una gran perspectiva sobre la vida, básicamente veo gente muriéndose de cáncer todos los días, especialmente en los pacientes internados, así que siempre supe que tenía que vivir mi vida mientras pudiera y hacer las cosas que me gustan siempre que tuviese la oportunidad, y así fue cómo surgió la oportunidad de ir a ver a Coldplay y conseguir entradas VIP.
Mientras estaba en Canadá estudiando para mi examen, coincidí en un asado con una pareja amiga de mi hermano (gente que quiero mucho y a sus papas también) que justo me comentaron que para el final de su luna de miel iban a estar por Milán para ver el concierto de Coldplay. Cuando escuche eso los ojos se me iluminaron, siempre había deseado ver en vivo a esa banda, (esto fue en la gira del 2018). Esta Pareja George y Anna, me dijeron q conocían a la esposa del guitarrista, y que si quería ir me conseguían entradas gratis, a lo cual acepte gustosamente.
Creo que lo dijeron por ser amables, pero no se imaginaron que yo me tome la invitación muy en serio.
Ya de vuelta en Israel y varios meses después del asado y al poco tiempo de mi examen, me acorde de la invitación y Google las fechas del concierto en Milán, compre los pasajes y mande un mensaje a estos chicos confirmándoles mi asistencia.
Primero pase unos días en Venecia, otra ciudad que estaba en mi lista de sueños por cumplir y después Milán. Como tenía la posibilidad de llevar a un acompañante, me encargue de preguntar a todos mis amigos y familiares si alguien me quería venir conmigo, pero nadie podía, o quería, o se cualquier razón que se dijesen a ellos mismo, entiendo que la gente tiene una vida, pero a veces los mejores planes surgen de la espontaneidad y como diría Fito Paez; “Dos días en la vida nunca viene nada mal”.
Al final invite a una amiga de una amiga (Diana) q justo estaba en Milán esa semana, y que ni si quiera era fanática de Coldpaly, hasta ese concierto.
Lo que paso esa noche fue absolutamente mágico, llegue al estadio con Diana y en la entrada nos encontramos con la parejita de recién casados. George nos puso las pulseritas VIP que le había dejado en la boletería y nos disponemos a entrar al estadio San Siro.
Una vez adentro entramos en este salón Vip, donde había vino y algo de comida, ninguno de los cuatros nos conocíamos mucho, pero tampoco conocíamos a nadie más así que el vino y ayudo a romper el hielo y a compartir esa experiencia increíble.
Después de un rato vamos a nuestros asientos (al lado de la mismísima Gwyneth Paltrow), y empezó lo que para mí fueron las mejores dos horas de ese año. Fue un espectáculo increíble, donde de verdad pude divertirme, cantar, bailar y sacarme toda la mierda que venía acumulando pre y post examen, fue lo contrario a la noche de los vomitos en la guardia.
Después del concierto, estábamos invitados al a fiesta privada que se llevaría a cabo en la terraza del hotel donde se alojaban los músicos, así que rápidamente dejamos el estadio antes de la última canción (ya éramos mejores amigos para ese entonces) y tomamos un taxi al hotel.
Allí otra vez me encontré en una situación surreal , el lugar era hermoso, con una vista espectacular miran, seguía corriendo el alcohol gratis y algo de comida, lo único que nos dijeron era que no podíamos sacar fotos ni filmar, lo cual obviamente obedecimos.
Al rato de esta sentados los 4 en una mesa muertos de las risa, hablando sobre la vida,yn. nuestros sueños, llegaron los músicos.
Yo no soy mucho del cholulaje, pero les juro que no único que quería era acercarme a Chris Martin y agradecerle por la noche hermosa que me había regalado con ese recital espectacular y decirle lo mucho que significo para mi en ese momento tan oscuro de mi vida.
Después de un rato que mirarlo y encontrar mi oportunidad, vi que se le alejaron los guardaespaldas y que justo iba para el baño, el alcohol me dio el coraje necesario y me acerque rápidamente y le toque la espalda, se dio vuelta y le pude decir en mis ingles con acento porteño, lo feliz que me había hecho es anoche, a lo que el educadamente contesto “Muchas Gracias” y se fue a al baño a mear.
Ese fue mi encuentro con el líder de Colplay, una noche mágica que dio la fuerzas para seguir adelante, que me abrí los ojos para darme cuenta de que si las oportunidades están delante de nosotros, que a veces solo nos tenemos que creernos capaces y tener un poco de paciencia.
El año siguiente me presenté de vuelta al examen de nivel A, pero esta vez había estudiado con un grupo de amigos del trabajo, la experiencia fue totalmente distinta, me sentí apoyada, contenida, volví a ser parte d un grupo como en la facultad, estábamos todos en la misma y nos ayudábamos mutuamente.
Ese año me enteré de dos noticias a la vez después de aterrizar en Israel de regreso de mi viaje a Canadá donde fui a visitar a mi familia. La primera; de que Argentina había sido eliminada en el Mundial Rusia del 2018 contra Francia, la segunda que había aprobado por fin el puto examen.
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