El duelo en los médicos\ The grief in doctors

by - May 08, 2022

La verdad que tenía pensado escribir sobre otro tema hoy, pero como el blog es mío y puedo decidir sobre lo quiero contar, hoy  necesito escribir sobre el duelo y la muerte.

No puedo dejar pasar en este espacio tan personal que esta semana se cumplió un año desde que falleció mi papa de Covid, y sinceramente pase unos días  difíciles y muy tristes.

El Martes 3 de Mayo que fue la fecha exacta que se cumplió un año, me hicieron una entrevista para un canal de televisión de Chile, y les juro que no sé cómo hice, para estar presentable en televisión, Y hablar de mi vida por 20 minutos, cuando media hora antes estaba rota en llanto con todo el maquillaje corrido, la nariz roja y los ojos hinchados.

Esto que me paso me recuerda un poco al rol del médico; durante mi residencia como oncóloga me toco declarar decenas de defunciones e informar a las familias, estamos hablando de un promedio de 4 veces al mes por unos 7 años, así que saquen sus cuentas.

Uno cree que, con el tiempo, vas ganando experiencia y se hace más fácil, pero la verdad es que no, era la peor parte de mi trabajo durante la residencia. 

Aunque debo reconocer que llegue a sentir cierto alivio por el paciente y su alma debido a que muchos lamentablemente sufrían bastante hacia el final de su enfermedad, no podía ni imaginar lo que debía significar para sus seres queridos, hasta que el año pasado me toco a mí.

Como se dice en ingles fue un “Game changer”, la traducción seria como un “cambio de juego”, cambiaron los roles, aquella medica cuasi experta en dar malas noticias, había recibió por primera vez de parte de otro colega, la peor de las noticias, y ahora que hacia con eso?

Como esto paso en la era “Covid”, todo fue a través de una llamada telefónica, no le pude ver la cara al médico, pero si sonaba compungido y a sus condolencias las escuche sinceras, hasta sentí empatía por él, tampoco la habrá tenido fácil trabajando en la terapia intensiva de Covid, durante el 2020-2021 y teniendo que informar a los familiares por teléfono sobre los tristes finales de sus seres queridos.

Fue una situación “Lose-lose”, entre dos colegas, no quedaban espacios para más preguntas yo había entendido todo esa mañana cuando me llamaron y me dijeron las palabras “Shock séptico”, lo peor de ser medico cuando tienes a alguien cercano enfermo, es que sabes más lo que te gustaría saber,  pero no podes hacer nada para revertirlo. No les voy a mentir, una parte mía estaba en completa negación, pero la otra era totalmente consciente de lo que estaba pasando, y lo más difícil de todo era que tenía que informárselo al resto de mi familia.

Ya no se trataba del pariente del paciente de la cama 14 que había charlado un par de veces y aunque iba a ser difícil, lo mas probable es que no lo vuelva a ver en mi vida, se trataba de mi propia familia, y yo tenia que elegir que rol quería mostrar, el de hija-hermana, o el de medica-oncóloga?

Obviamente la persona le gano al médico, porque en realidad somos lo mismo, y en ese momento no tenía ni fuerzas para ser algo más que una hija con el corazón roto, de repente entendí lo que le habrá por la cabeza a todas esas personas a las que tuve que darles las malas nuevas, y hasta casi me alegré de no haberlo experimentado antes, porque no se si hubiese podido separar la parte emocional de lo profesional.

Demas esta decir que nunca nos enseñaron eso en la facultad de medicina, o durante mi residencia, es algo que aprendemos a los golpes, y si tienes una buena salud mental y una fuerte red de contención lo tratas de manejar de la mejor manera posible, hablándolo y compartiéndolo con la gente que te quiere.

Nunca se cuál va a ser al alcance de este blog, o a donde o a quien le va a llegar esto, pero mi mensaje sería algo así como: 

“Querido sistema de salud; los médicos también somos personas, también pasamos por duelos, y necesitamos ayuda, la formación científica no es suficiente y no nos prepara para lidiar con la avalancha emocional que nuestra profesión representa diariamente y mucho más en la era post Covid, hagamos algo por favor, por nosotros y por nuestros pacientes.” 

Muchas Gracias


Dra Leticia Krozkin, profesional de la salud en proceso de duelo.




The truth is that I had planned to write about another topic today, but since the blog is mine and I can decide what I want to tell about, today I need to write about grief and death.

I cannot let go of this very personal space that this week marked a year since my father passed away from Covid, and honestly I had some difficult and very sad days.

On Tuesday, May 3, which was the exact date that marked the anniversary of my father's departure, I had an interview for a Chilean television channel, and I swear I don't know how I managed to be presentable, and talk about my life for 20 minutes, when half an hour before I was broken into tears with all my makeup smeared, my nose red and my eyes puffy.

What happened to me reminds me a bit of the role of the doctor; During my residency as an oncologist I had to declare dozens of patient deaths and inform their families, we are talking about an average of 4 times a month for about 7 years, so do your math.

One thinks that, over time, you gain experience and it becomes easier, but the truth is that it was not, it was the worst part of my work during the residency.

Although I must admit that I came to feel a certain relief for the patient and his soul because many unfortunately suffered a lot towards the end of his illness, I could not even imagine what it must mean for his loved ones, until last year it was my turn to my.

As the phrase is said, this was a "Game changer" for me, they changed roles, that doctor who was almost an expert in giving bad news, had received the worst news for the first time from another colleague, and now what was she doing with that?

As this happened in the "Covid" era, everything was through a phone call, I could not see the doctor's face, but he sounded sorry and I heard his sincere condolences, I even felt empathy for him, he will not have had an easy time working either in intensive care for Covid, during 2020-2021 and having to inform relatives by phone about the sad endings of their loved ones.

It was a "lose-lose" situation, between two colleagues, there was no room left for more questions, I had understood everything that morning when they called me from the hospital and they told me the words "septic shock", the worst thing about being a doctor when you have someone close sick, is that you know more than you would like to know, but you can't do anything to reverse it. I'm not going to lie to you, a part of me was in complete denial, but the other was totally aware of what was happening, and the hardest part of all was that I had to inform the rest of my family.

It was no longer about the relative of the patient in bed 14 who had chatted a couple of times and although it was going to be difficult, most likely I would never see him again in my life, it was about my own family, and I had to choose what role I wanted to play, daughter-sister, to be the medical oncologist?

Obviously the person beat the doctor, because in reality we are the same, and at that moment I didn't even have the strength to be anything more than a daughter with a broken heart, I suddenly understood what was going on in the heads of all those people I had to give them the bad news, and I was even almost glad I hadn't experienced it before, because I don't know if I could have separated the emotional part from the professional part.

Needless to say, they never taught us that in medical school, or during my residency, it's something we learn the hard way, and if you have good mental health and a strong support network, you try to handle it in the best possible way, talking about it and sharing it with the people who love you.

I never know what the scope of this blog will be, or where or to whom this will reach, but my message would be something like:

“Dear health system; doctors are people too, we also go through grief, and we need help, scientific training is not enough and does not prepare us to deal with the emotional avalanche that our profession represents daily and much more in the post-Covid era, let's do something please, for us and for our patients.”

Thank you very much



Dr Leticia Krozkin, health professional in grieving process.

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