La residencia primer año; el residente mitómano y la diarrea\The first year of residency; the mythomaniac resident and the diarrhea

by - May 01, 2022

Bueno llego el momento de contar la historia de unos de los personajes más extraños con los que me toco trabajar durante mi residencia, y eso que trabaje con cada bicho raro.

Ya casi un año desde que empecé mi residencia, éramos un pequeño y decente grupo de residentes ( Katya, Ivanna y Malik), donde dentro de todo nos llevábamos bastante bien, hasta que un día nos avisan que se va a incorporar un nuevo residente al que llamaremos; Amir (*).

Amir era un poco más grande que nosotros, pero no sabría decir cuento porque era difícil calcular su edad, era bajito, muy flaquito, calvo, jorobado, con anteojos gruesos, frágil y estoy seguro de que sufría de germofobia (miedo a los gérmenes).

Los rumores decían que había trabajado en un hospital importante de Tel Aviv del cual había sido despedido, y mi jefe ante la falta de médicos en el sur del país decidió darle una segunda oportunidad.

Al principio fue muy amable con todos y debo confesar que utilizaba un nivel de hebreo muy elevado por lo que se me hacía difícil entender del todo lo que decía, pero siempre hablaba moviendo las manos y de manera muy efusiva, se quejaba de todos y le daba asco casi todo, especialmente que comiéramos la comida del hospital, el solo tomaba agua y decía que comía cuando llegaba a su casa.

Debo reconocer que en más de una ocasión me ayudaba a escribir las altas de los pacientes, tarea que en ese momento todavía me resultaba super dificultosa, para ese momento todavía el hebreo representaba una suma de jeroglíficos para mí.


Con el tiempo Amir empezó a mostrar su verdadera cara y de a poco empezamos a descubrir los motivos por los cuales había sido removido de su anterior trabajo, uno de ellos era principalmente su habilidad de inventarse historias y hechos sobre los pacientes que no eran ciertos, y culpar a todos el mundo por sus errores excepto a el mismo, claro, además de su poca habilidad para tomar muestras de sangre y ponerle vias a los pacientes. Honestamente creo que tenía un serio problema en su visión el cual no quería reconocer cuanto lo limitaba en su trabajo.

Me acuerdo con el tiempo empecé a entender lo que tramaba, aprovechando mi falta de idioma, empezó a hablarle mal de mi a los otros médicos y enfermeras y tratándome de culparme de sus errores, me sentía como en un thriller donde el psicópata tratar de hacerte ver como la mala, nunca en mi vida había pasado por una situación así y no sabía muy bien cómo reaccionar.

Por suerte yo tenía una reputación formada, y la gente sabia como me manejaba en el trabajo y la ética que tenía, a pesar de mi lucha constante con el hebreo entendian que jamás cubriría con una mentira algún dato que no recuerde un paciente, en el peor de los casos, digo “no me acuerdo, pero ya lo chequeo en la historia clínica”.

Un sábado a la mañana cuando Amir me hacia el pase guardia, junto al “El profesor” que estaba de guardia pasiva (aunque para ese momento no tenía sentido hacer el pase porque yo sabía que tenía que ir más tarde a asegurarme de la veracidad de sus dichos con las enfermeras), le tocó el turno a la habitación número 13, la cual es designada para los pacientes neutropénicos, o sea los que tienen el sistema inmune muy bajo que tiene que estar aislados.

La pobre señora   sufría de diarrea, como efecto secundario de la quimio y de los antibióticos, cuando llega el momento de presentarla desde al lado de afuera de la puerta, Amir nos dice con mucha seguridad que la paciente paso una noche genial y que no tuvo ninguna deposición en todo el día, a lo cual a la sorpresa mía y de mi jefe, le decimos “Fantástico, si sigue así mañana se podría ir de alta”. 

Segundos después la paciente, que evidentemente escucho la conversación, le grita a Amir “usted es un mentiroso, tuve que ir al baño 16 veces durante la noche, ya no puedo más, ayúdenme”.

Creo que fue una de las situaciones donde más vergüenza ajena sentí por alguien, Amir tartamudeaba y no sabía que responder o como arreglar la situación, creo que se hizo el desentendido y culpo a las enfermeras, lo cual también era de sus tácticas para desligarse de su propia incapacidad de cumplir con su labor de médico,

Después de ese día, y poco a poco, su mentira se fue desarmando, yo empecé otra rotación y después me cambie del hospital, creo que a “El profesor”, le llevo un tiempo darse cuenta de su error, pero así y todo el que decidió renunciar a la residencia fue Amir.

Hoy en día no sé qué fue de la vida el, la verdad que lo recuerdo con pena, pero conocerlo me sirvió para entender que no todos nacemos con la humildad suficiente para ser médico, de reconocer y aprender de nuestros errores y a su vez priorizar siempre, pero SIEMPRE los intereses del paciente sobre los nuestros, aunque eso signifique reconocer nuestras propias limitaciones.

Suena complejo y complicado y la verdad es que lo es, como residentes estamos llenos de expectativas y exigencias de nuestros superiores que pasaron por lo mismo que nosotros, pero aparentemente se les olvido lo difícil que fue y el tiempo que los llevo dominar su campo de especialidad, y es entendible que en ese miedo de “cumplir” con lo esperado, nos inventemos un dato que no es certero para ahorrar un momento incomodo, pero es allí donde hay que dejar el ego de lado y darnos cuenta de que esto no se trata de nosotros, si no de ellos; nuestros pacientes.


Spoiler alert: La falta de idioma hizo que me lleve mas tiempo, pero termine mi residencia en el hospital a donde él lo había echado en un principio y ahora estoy terminando mi fellow en Canadá.

 Leti 1- Amir 0.


* Aclaración: Los nombres usados en este blog son ficticios con el objetivos de proteger la identidad de todas las personas involucradas.




Well, it's time to tell the story of one of the strangest characters I had to work with during my residency, even though I worked with a lot of weirdos.

Already a year since I started my residency, we were a small and decent group of residents (Katya,Ivanna and Malik), where in all we got along quite well, until one day we were told that a new resident was going to join us, his name was; Amir (*).

Amir was a little older than us, but I couldn't say exactly because it was difficult to calculate his age, he was short, very skinny, hunchbacked, bald, with thick glasses he looked very fragile, I'm sure he suffered from germophobia (fear of the germs).

Rumors said that he had worked in a major hospital in Tel Aviv from which he had been fired, and my boss, due to the lack of doctors in the south of the country, decided to give him a second chance.

At first he was very kind to everyone and I must confess that he used a very high level of Hebrew so it was difficult for me to fully understand what he was saying, he always spoke moving his hands and in a very effusive way, he complained about everyone and gave a disgusted look  almost to everything, especially when we ate the food from the hospital, he only drank water and said that he ate when he got home.

I must admit that on more than one occasion he helped me write patient discharges, a task that at that time was still very difficult for me.

Over time Amir began to show his true face and we began to discover the reasons why he had been removed from his previous job, one of them was mainly his ability to invent stories and facts about patients that were not true, and blaming everyone for his mistakes except himself, of course, in addition to his inability to take blood samples and put IVs on patients. I honestly think he had a serious vision problem that he didn't want to acknowledge how much it limited him in his work.

I remember over time I began to understand what he was up to, taking advantage of my lack of language, he began to speak badly about me to the other doctors and nurses and trying to blame me for his mistakes, I felt like in a thriller where the psychopath tries to make you sink  and keep your position, never in my life had I been through a situation like this or at least not so obvious and I didn't know very well how to react.

Luckily I had an established reputation, and people who knew how I handled myself at work and the ethics I had, despite my constant struggle with Hebrew, were aware that I would never cover up with a lie any information that I do not remember or that I don't have about of a patient.

One Saturday morning when Amir passed the night shift  to me and the "Professor" who was on call too (although at that time it didn't make sense to do the pass because I knew I had to go later to make sure the veracity of his statements with the nurses), it was the turn of room number 13, which is designated for neutropenic patients, that is, those who have a very low immune system that has to be isolated for safety reasons,

This poor lady  in the 13 room was suffering from diarrhoea, as a side effect of the chemo and antibiotics, when it comes time to introduce her from outside the door, Amir tells us with great certainty that the patient had a great night and that she had no bowel movements since yesterday, to which to my surprise and my boss, we say "Fantastic, if she continues like this tomorrow she could be discharged."

Seconds later the patient, who evidently heard the conversation, yells at Amir “You are a liar, I had to go to the bathroom 16 times during the night, I can't take it anymore, help me”.

I think it was one of the situations where I felt the most embarrassment for someone else, Amir stuttered and didn't know what to answer or how to fix the situation, I think he pretended not to be aware about the situation  and  blame the nurses, which was also one of his tactics to get rid of your own inability to fulfill your duties as a doctor,

After that day, and little by little, his lie was disarmed, I started another rotation and then I changed hospital, I think it took "The Professor" a while to realize his mistake, but in the end Amir was the one who decided to give up residency,

Nowadays I don't know what happened to him, the truth is that I remember him with sadness, but knowing him helped me understand that not all of us are born with enough humility to be a doctor, to recognize and learn from our mistakes and always prioritize , but ALWAYS the patient's interests above our own, even if that means recognizing our own limitations.

It sounds complex and complicated and the truth is that it is, as residents we are full of expectations and demands from our superiors who went through the same thing as us, but apparently they forgot how difficult it was and how long it took them to master their field of expertise. specialty, and it is understandable that in that fear of "complying" with what is expected, we invent something that is not entirely true, to avoid an awkward situation , but it is there where we have to leave the ego aside and realize that this is not about us, but about them; our patients.

Spoiler alert: The lack of language made it take me longer, but I finished my residency at the hospital where he had been fired at the beginning and now I am finishing a fellowship in Canada, Leti 1- Amir 0.


*Disclaimer: All the names used in this blog are fictitious with the objective of protecting the identity of all the people involved

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