Mi rotación por medicina interna parte II: El etíope tira caca\ My Internal Medicine Rotation Part III: The Ethiopian Throws Poop
Bueno sé que muchos todavía están procesando el post anterior, y entiendo que lo que escribo a veces puede ser un poco fuerte y traumático para la gente que no es el mundo de la medicina, pero es la realidad que nos toca vivir y creo que es necesario compartirla.
Bueno el post de hoy es un poco escatológico y con algo de humor negro, dos componentes que abundan en el terreno de la salud.
Cuestión que no todo era muerte y drama en la unidad de medicina interna, siempre estaban esos pacientes que eran la fuente de esa anécdota que ibas a contar por años, aunque esta es la primera vez que hablo del etíope tira caca.
Jabir era un paciente joven de unos veintipico de años, originalmente de Etiopia.
En Israel muchos etíopes llegan caminando por el desierto y entran al país a través de la frontera de Egipto, lamentablemente vienen escapando de condiciones de vida muy difíciles y de persecuciones del gobierno, en Israel la mayoría esta con el estatus de refugiados, y Eilat al ser la ciudad más al sur de Israel tiene mucho de estos etíopes trabajando en sus hoteles.
Ese era el caso de Jabir, era ayudante de cocina en un hotel de allí, hasta que empezó a desarrollar unos problemas de salud, que derivaron en el diagnóstico de HIV positivo y de unas complicaciones neurológicas poco estudiadas.
Fue admitido en la unidad de medicina interna por unos días más que nada por un problema de índole social (no tenía casa y no sabían donde mandarlo), lo que derivó en una internación de casi un mes.
La mayoría del tiempo era el paciente ideal, joven, deambulaba, para él, el hospital era como un hotel, o como su casa, porque lamentablemente no tenía ninguna, pero cada tanto su enfermedad aparecía y surgía como en una especie de brotes psicóticos, hermoso sobre todo para el medico que está de guardia.
Uno de esos episodios ocurrió en una de las guardias de Samir, y les juro que mi mandíbula no podía cerrarse del asombro al escuchar lo que había pasado.
En la habitación del equipo rojo Samir, antes de irse a su casa, nos avisa que tengamos cuidado y no salgamos al balcón que podría estar sucio, y que a la noche cuando estemos de guardia cerremos la puerta con llave (cosa que yo ya venía haciendo después de La Novela de la beduina golpeada por razones de seguridad).
Obviamente todo esto me parecía muy extraño y cuando le pregunte lo que paso me miro con una media sonrisa y me dijo “No te enteraste?”, tal vez fue el tema de conversación de todos en el pase de sala, pero con mi barrera lingüística, muchas veces no me enteraba de las cosas que no tenían que ver específicamente con mis pacientes o que no escuchaba con plena atención.
Allí procedió a relatarme lo que había sido su noche; Cuestión que entre medio de sus mil ingresos y los PEQSD, Jabir entro en estado psicótico e ingreso a la habitación de trabajo del residente de guardia y no tuvo mejor idea que para animarle la noche al pobre medico de turno que empezar a tirarle sus propios excrementos.
Obviamente que Samir trato de pedir ayudar y llamar a seguridad, que en ese hospital era como llamar a la nada misma, porque nunca hacían nada, Samir logro sacar a Jabir de la habitación y este se fue al balcón interno y comenzó a arrojarle materia fecal al personal del hospital que pasaban.
Lo que decimos en criollo “Una guardia de mierda”, literalmente. Mas allá de lo grotesco de la situación, me puse a pensar cuando me lo contaron que esto pudo haber sido evitado, Jabir no necesitaba estar en el hospital, lo que el necesitaba era una continuidad en la comunidad de su tratamiento médico y con su estado de refugiado era difícil encontrar un lugar que lo aceptase en el sistema de salud, el hospital era una solución temporal, pero no definitiva.
Muchas veces vi como la unidad de medicina interna se convertía en hospicio, geriátrico, unidad psiquiátrica, centro de rehabilitación, como una especie limbo para esas personas que no tenían a donde ir, como Tom Hanks en la película donde vivía en el aeropuerto.
Como medico debo reconocer que es muy frustrante no poder ayudar a tus pacientes, porque la mayoría de las veces tenia que ver con cosas burocráticas que excedían nuestro rol.
Creo que con el tiempo le encontraron un lugar donde ir, yo me fui de vacaciones y cuando volví no lo vi más.
Allí fue cuando me empecé a dar cuenta que en la medicina no solo existe la vida y la muerte, también queda todo lo demás que es mucho, y que podríamos llamar “Calidad de vida”, ojalá Jabir la haya encontrado.
Pd: Dice la leyenda que el balcón de la unidad de medicina interna número 6 todavía tiene manchas en su barandal, desde ese día ningún residente volvió a trabajar con la puerta abierta.
Well I know that many are still processing the previous post, and I understand that what I write can sometimes be a bit difficult and traumatic for people who are not in the world of medicine, but it is the reality that we have to live and I think it is need to share it.
Well today's post is a bit scatological and with some black humor, two components that abound in the field of health.
Well, not everything was death and drama in the internal medicine unit, there were always those patients who were the source of that anecdote you were going to tell for years, although this is the first time I've talked about the Ethiopian who throws poop.
Jabir was a young patient in his early twenties, originally from Ethiopia.
In Israel, many Ethiopians arrive walking through the desert and enter the country through the Egyptian border, unfortunately they have been escaping very difficult living conditions and government persecution, in Israel the majority have refugee status, and Eilat al Being the southernmost city in Israel it has a lot of these Ethiopians working in its hotels.
That was the case of Jabir, he was a kitchen assistant in a hotel there, until he began to develop health problems, which led to the diagnosis of HIV positive and poorly studied neurological complications.
He was admitted to the internal medicine unit for a few days, mostly due to a social problem (he was homeless and they didn't know where to send him), which led to a hospital stay of almost a month.
Most of the time he was the ideal patient, young, he wandered, for him, the hospital was like a hotel, or like his house, because unfortunately he didn't have any, but every now and then his illness appeared and arose as in a kind of psychotic outbreaks, beautiful especially for the doctor on duty.
One such episode occurred on one of Samir's night shifts, and I swear my jaw couldn't close in amazement at what had happened.
In the red team's room, Samir, before going home, tells us to be careful and not go out on the balcony, which could be dirty, and that at night when we're on duty we should lock the door (which I already he had been doing after The Beduin soup opera Beaten for Security Reasons).
Obviously all this seemed very strange to me and when I asked him what happened he looked at me with a half smile and said "Didn't you hear?", Maybe it was the topic of conversation of everyone in the morning meeting but with my language barrier , many times I did not find out about things that did not have to do specifically with my patients or that I did not listen with full attention.
There he proceeded to tell me what his night had been like; Between his thousand income and the TSPD, Jabir began to have a psychotic break and went to the work room of the resident on duty and had no better idea than to liven up the night for the poor doctor on duty than to start throwing his own faeces.
Obviously Samir tried to ask for help and call security, which in that hospital was like calling nothingness itself, because they never did anything, Samir managed to get Jabir out of the room and he went to the internal balcony and started throwing fecal matter to the hospital staff passing by.
What we say in the medicine language "A shitty night", literally. Beyond the grotesqueness of the situation, I started to think when they told me that this could have been avoided, Jabir did not need to be in the hospital, what the What he needed was continuity in his medical treatment in the community and with his refugee status it was difficult to find a place that would accept him in the health system, the hospital was a temporary solution, but not a definitive one.
Many times I saw how the internal medicine unit became a hospice, a nursing home, a psychiatric unit, a rehabilitation center, like a kind of limbo for those people who had nowhere to go, like Tom Hanks in the movie where he lived at the airport.
As a doctor I must admit that it is very frustrating not being able to help your patients, because most of the time it had to do with bureaucratic things that exceeded our role.
I think that over time they found a place for him to go, I went on vacation and when I came back I didn't see him anymore.
That was when I began to realize that in medicine there is not only life and death, there is also everything else that is a lot, and that we could call "Quality of life", I hope Jabir has found it.
PS: Legend has it that the balcony of the internal medicine unit number 6 still has stains on its railing, since that day no resident has returned to work with the unlock door.
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